“A nosotros (la Iglesia Católica) nos preocupa porque es casi como una contradicción. Sabemos que las condiciones en las que el gobierno y las Farc han iniciado estos diálogos no implican el cese a la acción bélica, pero una cosa es la confrontación entre los grupos armados y las fuerzas armadas, el ejército, la policía, y otra es el terrorismo. Todas estas granadas y bombas que están colocando en diferentes ciudades, afectan sobre todo es a la población civil”.
“Nosotros sabemos que en la táctica de la guerra, cuando se quieren ganar espacios, se hacen estos actos, pero esto tiene una influencia negativa en la ciudadanía; y lo que se firme en la Habana tiene que refrendarse por el pueblo colombiano y estas acciones que van contra los civiles, lo que hacen es crear un ambiente negativo a esas negociones; por eso nosotros queremos pedir a las Farc, al Eln, que quiere también iniciar unos diálogos, que cesen en estos actos terroristas”.
El prelado, también, recordó que la Iglesia Católica siempre apoyará los procesos de paz, porque “es Colombia la que necesita reconciliarse”.
Como parte de este compromiso de la Iglesia con la reconciliación y la paz, los obispos colombianos, se reunirán en una sesión extraordinaria, el próximo 11, 12 y 13 de agosto, en Bogotá, para diseñar líneas estratégicas de una pastoral de la reconciliación y la paz, que permitan la humanización del conflicto.