Bendiciones para la tierra nortesantanderana, paz, reconciliación y superación de la crisis económica que afronta la ciudad fueron las plegarias elevadas a Dios Padre durante la celebración eucarística desarrollada en el marco del Año de la Fe.
“El trabajo dignifica la persona. El Señor quiere que lo que él les ha dado crezca, pero también quiere que sus corazones no se apeguen a las cosas del mundo que son pasajeras”, enfatizó Mons. Vidal durante la homilía.
“Compartan lo que Dios les ha dado no atesoren en la tierra, busquen el tesoro en el cielo”, fue la invitación que el prelado hizo los trabajadores del comercio, convocados por la Pastoral del Comercio diocesana.