Un triple mensaje en defensa a la vida, la dignidad de la mujer y la grandeza de la maternidad”, resonó en la Iglesia madre de Cúcuta, donde se congregaron alrededor de mil mujeres embarazadas, para vivir su Jubileo e Indulgencia Plenaria en el Año de la Fe, que celebra la Iglesia Católica.
“Debemos, como cristianos, oponernos a la violencia, a los asesinatos, a todo hecho o acción que atente contra la vida humana, don de Dios”, precisó el prelado al señalar que “la vida del hombre es sagrada, debe ser respetada desde que se engendra en el vientre de una mujer hasta su muerte natural (…) El aborto es un asesinato consentido legalmente. No podemos atentar contra el ser humano. Ni los niños, con el aborto; los ancianos con la eutanasia; ni contra los jóvenes, adultos, hombres, mujeres”.
Asimismo, recordó que “al celebrar la maternidad, estamos celebrando la grandeza de la familia”. Por lo que hizo un llamado a la defensa del hogar, de la familia, conformada por un hombre y una mujer, que pueden engendrar vida”.
“Familias, no se dejen llevar por las crisis, defiendan la institución de la familia y comprendan que es en ella donde es posible las formación integral de los niños y niñas”.
“Mujeres, siéntanse orgullosas de llevar una vida en su vientre y hombres, apoyen, quieran y respeten a las mujeres, ellas fueron creadas de una manera especial. Deben ser amadas, respetadas y valoradas por su compañero”.
Estos fueron algunos de los mensajes del obispo de Cúcuta, durante la celebración eucarística que inició a las 8 de la mañana y finalizó cerca de las 11, con la bendición de los vientres maternos.