Una verdadera fiesta de fe, congregó a centenares de personas, provenientes de los 11 municipios que conforman esta Iglesia Particular, comprometida con la evangelización, el desarrollo y la paz de la frontera colombo- venezolana.
Reunidos como familia, niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, reconocieron que la presencia del Dios vivo, ha guiado y orientado los senderos en el proceso de renovación diocesana, “hacia la Iglesia que todos queremos ser: evangelizada y evangelizadora”.
Esta celebración estuvo acompañada por Monseñor Oscar Urbina Ortega, Arzobispo de Villavicencio, quien fue el sexto obispo de Cúcuta y por invitación de Mons. Julio César Vidal Ortiz, presidió la celebración en la que los agentes pastorales recibieron la Indulgencia Plenaria.
Durante su homilía, Mons. Urbina, exhortó a los agentes pastorales a “mirar a lo alto”, cultivando en sus corazones la esperanza que tiende caminos de fraternidad y comunión. “Mantener viva la memoria de Cristo es nuestra tarea profética”, enfatizó el prelado.
Asimismo, les exhortó a “ser capaces de suscitar la presencia de Dios en nuestros hermanos”. Teniendo la certeza que no hay ninguna situación por más difícil que sea que no se puede transformar. “Todo puede ser redimido, transformado con paciencia, perseverancia, audacia, constancia y mucha oración”.
La fiesta diocesana recoge nuestra adhesión a Cristo por la fe y nos estimula para vivirla en esta Iglesia local, casa y escuela de comunión.