El Diaconado es el primer grado del Orden Sagrado. El Catecismo de la Iglesia Católica señala que Los Diáconos participan de una manera especial en la misión y la gracia de Cristo. El sacramento del Orden los marcó con un sello («carácter») que nadie puede hacer desaparecer y que los configura con Cristo que se hizo «diácono», es decir, el servidor de todos. Corresponde a los diáconos, entre otras cosas, asistir al obispo y a los presbíteros en la celebración de los divinos misterios sobre todo de la Eucaristía y en la distribución de la misma, asistir a la celebración del matrimonio y bendecirlo, proclamar el Evangelio y predicar, presidir las exequias y entregarse a los diversos servicios de la caridad.
En la rueda de prensa que realizó el Papa en su pasado vuelo de regreso de Armenia, el Santo Pontífice habló a los periodistas sobre la creación de esta comisión: “Hace un año y medio, formé una Comisión de Mujeres Teólogas que trabajaron con el cardenal Riłko [Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos] e hicieron un buen trabajo, pues es muy importante el pensamiento de la mujer. Para mí, la función de la mujer no es tan importante como su pensamiento: La mujer piensa de otro modo respecto a nosotros, los hombres. Y no se puede tomar una decisión adecuada, buena y justa, sin escuchar a las mujeres”.
Por otra parte, la Santa Sede también dio a conocer a través de un comunicado publicado el 1 de agosto, las intenciones de oración que tiene el Santo Padre para el mes de agosto, las cuales están dedicadas al deporte como camino de encuentro entre los pueblos, y para que los cristianos vivan la exigencia del Evangelio.
La intención universal de oración del Papa Francisco para el mes de agosto de 2016 es: “Para que el deporte fomente el encuentro fraternal entre los pueblos y contribuya a la paz en el mundo”.
Su intención evangelizadora es: “Para que los cristianos vivan la exigencia del Evangelio dando testimonio de fe, honestidad y amor al prójimo.”
Resumen de Agencias Católicas
Imagen: Zenit