“Es una buena noticia, debemos convencernos de que hacemos un gran favor, para qué otras persona vivan”, afirmó el también arzobispo de Tunja.
Sin embargo, advirtió que se debe tener cuidado con esta aprobación para que no sea una puerta abierta e ilegal al tráfico de órganos en el país, por lo que hizo un llamado a las autoridades para que se ponga en marcha un plan de control a esta práctica.
“Naturalmente esto conlleva a algún peligro: que se intensifique el tráfico de órganos, o un comercio ilícito, que llega hasta mutilar a las personas, para poder establecer una especie de comercio”, aseguró el prelado a la cadena radial de Caracol.
Agregó además, precisa la nota, que “es importante entonces que por una parte se estimule la donación de órganos, pero por otro que se controle muy bien y que no vaya a haber un abuso de los seres humanos para mutilarse en un contexto de un tráfico de órganos”.
Al convertirse en ley esta iniciativa, todos los colombianos serán donantes de órganos a menos que una persona en vida manifieste que no desea serlo.