La Diócesis continúa brindando alimentación y servicios sanitarios a mujeres embarazadas y niños deportados y migrantes forzados que permanecen en la ciudad.
Del 12 al 20 de enero, tras un acuerdo verbal con la Alcaldía de Cúcuta se facilitó el hospedaje en el Centro de Migraciones de la Diócesis a las 103 personas que permanecían en el parque Santander.
El acuerdo contemplaba el plazo de 8 días, teniendo en cuenta los trabajos de remodelación locativa que se están adelantando en esta Casa de Paso Diocesana. “Actualmente en el Centro de Migraciones hay 45 personas, entre las que se encuentran víctimas de desplazamiento forzado, migrantes extranjeros, deportados y retornados. Por los trabajos de remodelación no se cuenta con las condiciones de seguridad y dignidad para alojar a más de 50 huéspedes”, explicó Willinton Muñoz Sierra, Coordinado Centro Migraciones.
El impacto generado por las deportaciones y migración forzada de connacionales ha agudizado la compleja realidad social, económica y de seguridad que afronta la ciudad y su área metropolitana.
La Iglesia Católica de Cúcuta, en cabeza de Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, exhorta al Estado a brindar la atención y cuidado que estas personas necesitan, de manera oportuna y con respuestas estructurales.