Manifestando su rechazo rotundo, monseñor reprochó que, en medio de los esfuerzos por acabar con la guerra en Colombia, la cual lleva más de 50 años, donde se pide respetar la vida y los derechos, ahora creen más violencia atentando contra niños indefensos y más aún con los que se encuentran en el vientre de su madre.
También habló de los riesgos que puede traer para la vida de la madre este acto que se pretende legalizar. “No solo un riesgo, ya es un atentado directo porque no solo se hablaba de misoprostol, que era simplemente generar una serie de contracciones a la mujer para que expulsara el feto incluso viviente, ahora lo que se pretende es asesinar al feto antes de ser expulsado, el riesgo no solamente es contra el niño sino contra la madre, nosotros debemos salvaguardar la vida de cada mujer en estado de gestación”.
Por esta razón, hizo un llamado fehaciente a la ciudadanía para unirnos en oración y “pedir que nuestra patria cambie la mentalidad violenta por una pacífica, donde defendamos la vida y coloquemos al ser humano como lo fundamental de nuestra existencia”.
También pidió hacer un llamado a la conciencia de cada persona y católico. “Tenemos gente creyente en nuestro Señor, en los principios, los valores, en todos los estamentos de la sociedad, en los colegios, familias, universidades, en el Estado, en las diferentes ramas del poder público, que todos asumamos en conciencia la defensa de la vida y no nos quedemos al vaivén de tantas circunstancias o intereses económicos que muchas veces va en contra de lo fundamental”.