El Santo Padre en el documento llama a cultivar y custodiar con responsabilidad la creación, con especial atención a los más pobres, que son los que más sufren las consecuencias de los daños ambientales.
La estructura de la encíclica se desarrolla en seis capítulos, de los cuales fueron temas principales lacontaminación y cambio climático.
“Existen formas de contaminación que afectan cotidianamente a las personas. La exposición a los contaminantes atmosféricos produce un amplio espectro de efectos sobre la salud, especialmente de los más pobres, provocando millones de muertes prematuras. Se enferman, por ejemplo, a causa de la inhalación de elevados niveles de humo que procede de los combustibles que utilizan para cocinar o para calentarse. A ello se suma la contaminación que afecta a todos, debida al transporte, al humo de la industria, a los depósitos de sustancias que contribuyen a la acidificación del suelo y del agua, a los fertilizantes, insecticidas, fungicidas, controladores de malezas y agrotóxicos en general”, expresó el Obispo de Roma, en la encíclica.
En este capítulo, el Sumo Pontífice, hace referencia al ‘Hermano Sol’, la ‘Hermana Luna’ y la ‘Hermana Tierra’, para pedir que se frene el cambio climático, la deforestación y también el hambre, la desigualdad y la pobreza.
Para concluir el Santo Padre propone cinco formas concretas para el cambio de vida que se debe hacer, de manera que se puede mitigar esta problemática.
“Ante todo la humanidad necesita cambiar, no todo está perdido ya que los seres humanos también pueden sobreponerse, volver a optar por el bien y regenerarse, más allá de todos los condicionamientos mentales y sociales que les impongan”.
- Ser agradecido y practicar la gratuidad: El Papa Francisco, pide que toda la naturaleza que gira a nuestro alrededor sea “como un don recibido del amor del Padre”.
- Educar en los diversos ámbitos: Una de las formas con las que se podrá reducir la problemática ambiental es “evitar el uso del material plástico y de papel, reducir el consumo de agua, separar los residuos, cocinar sólo lo que razonablemente se podrá comer, tratar con cuidado a los demás seres vivos, utilizar transporte público o compartir un mismo vehículo entre varias personas, plantar árboles, apagar las luces innecesarias”, indicó Francisco.
- Destierro del consumismo compulsivo: “El consumismo obsesivo es el reflejo subjetivo del paradigma tecnoeconómico. Ocurre lo que ya señalaba Romano Guardini: el ser humano ‘acepta los objetos y las formas de vida, tal como le son impuestos por la planificación y por los productos fabricados en serie y, después de todo, actúa así con el sentimiento de que eso es lo racional y lo acertado”, Añadió, el Sumo pontífice.
- Olvido del egoísmo:“Mientras más vacío está el corazón de la persona, más necesita objetos para comprar, poseer y consumir”, en esta clave hizo referencia a la situación actual del mundo, donde el egoísmo se ha convertido en un factor negativo en la sociedad.
- Conversión interior: El papa recordó que el cristiano debe “reconocer los propios errores, pecados, vicios o negligencias, y arrepentirse de corazón, cambiar desde adentro de su corazón”.
Lea la segundaencíclica del Papa Francisco, ‘LaudatoSi’ ( aquí )
Fuente: resumen de medios.
Foto internet.