“Trabajemos incansablemente para que seamos uno y así el mundo pueda creer en el mensaje de Jesús. Hoy doy gracias a Dios por cada uno de ustedes (sacerdotes, seminaristas, diáconos, religiosos, agentes pastorales y fieles en general) y pido, de manera especial, al pueblo de Dios permanentes oraciones para sus sacerdotes (…) quienes tienen una triple misión: Anunciar el Evangelio, santificar a través de los Sacramentos, vivir y expandir en el mundo la caridad.
Durante esta celebración eucarística se bendijo los santos Óleo y consagró el santo Crisma, como signos visibles de la salvación que Cristo realiza por medio de la Iglesia en los sacramentos del bautismo, confirmación, orden sagrado y unción de los enfermos.
“Al consagrar este día el Santo Crisma y bendecir los Óleos, estamos celebrando la unción del Espíritu sobre cada uno de nosotros y sobre todo el pueblo de Dios. Celebramos y renovamos la gracia de nuestro Bautismo por el que somos hijos de Dios, de nuestra Confirmación por el que somos testigos de Cristo; y los sacerdotes, de modo particular, celebran y renuevan la gracia de su Ordenación por la que son instrumentos de Cristo, cabeza y Pastor de la Iglesia”.
Durante esta celebración, realizada el Martes Santo por motivos pastorales, los sacerdotes renovaron sus promesas. También, se presentaron los frutos de la Campaña de Comunicación Cristiana de Bienes, que este año serán destinados, de manera especial, a apoyar al Centro de Migraciones de la Diócesis de Cúcuta, al Banco Diocesano de Alimentos y a promover acciones en favor de la conservación del ambiente y cuidado del agua.
El clero diocesano, las comunidades religiosas, seminaristas, movimientos apostólicos, grupos eclesiales, agentes pastorales y comunidad general participaron en esta eucaristía, realizada en la catedral San José.