Dirigiéndose a los nazarenos de esta Iglesia particular, el obispo Cúcuta les agradeció el servicio que prestan, al tiempo en que les instó a llevar cada día una vida más ejemplar. “Dios les bendice y ayuda, pero deben convertirse a Él y llevar una vida digna no solo en la Iglesia, también en el colegio, en el lugar de trabajo, en la universidad, siempre dando testimonio de ser esas personas que sirven a Jesucristo en el momento grandioso de su muerte y resurrección”.
Monseñor Vidal recordó también la importancia de vivir los diferentes momentos significativos que se prevén durante la Semana Mayor, donde los feligreses renuevan su fe y viven la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
En el contexto de este acto de piedad, donde recordamos el camino de la Pasión que sufrió Jesús por amor a nosotros, monseñor Vidal hizo referencia al mandamiento del amor de Dios, precisando que el mundo necesita gente con capacidad de amar, de servir y de perdonar.
Familias, movimientos apostólicos y personas interesadas en hacer parte de la peregrinación, acompañaron este ejercicio penitencial que los nazarenos de la Diócesis de Cúcuta han venido realizando desde hace 28 años.