Arzobispo de Nueva Pamplona llama la atención por no incluirse la Iglesia en el nuevo Gramalote

 

Con ocasión de los 16 años del terremoto de Armenia, cumplidos el 25 de enero, el cual afectó a todo el Eje Cafetero, monseñor Madrid preguntó al mandatario por qué motivo en aquel entonces, “cobijados por la misma Constitución”, si fue posible llevar a cabo la reconstrucción de templos.

Recordando que la Iglesia, con su parroquia, nunca se fue de Gramalote, el prelado se refirió al mandatario destacando que al iniciarse la reconstrucción del pueblo “la Iglesia no existe”. Templo, casa parroquial, el colegio Sagrado Corazón que era propiedad de las Hermanas Bethlemitas, junto con la casa de habitación de la comunidad y la Iglesia del mismo nombre y el monasterio de las Clarisas, con su templo aledaño, porque según señala el Fondo de Adaptación, la ley no lo permite.

“Desde el mismo momento del desastre, la Diócesis de Cúcuta, con sus personas y estructuras, comprendió que ante la magnitud de la tragedia debía prestar todo su concurso para ayudar a aquellos, que en unas pocas horas, perdieron su pueblo y con él, su parroquia, su colegio, su  mercado, sus sitios de esparcimiento, sus vías, su trabajo” expresó el prelado mostrando el aporte de desde la Diócesis constantemente se ha gestado.

“18 Iglesias se hicieron en el Quindío. Yo era en ese momento obispo de la diócesis vecina de Cartago y allí nos hicieron el templo de Alcalá, la casa parroquial de Obando, y repararon totalmente el colegio parroquial de La Victoria”, destacó el arzobispo de Nueva Pamplona.

Finalmente, recordando que Gramalote fue fundado por un sacerdote, el padre Secundino Jácome, monseñor preguntó: “¿No es motivo de amargo desconsuelo, recibir esta paga de un Estado con el que contribuimos con toda el alma, cuando los damnificados estaban solos?”

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