Durante la celebración eucarística, el prelado recordó ante el pulpito, como fue su camino pastoral y su formación sacerdotal y agradeció a Dios por concederle el ministerio sacerdotal hace 40 años y el don episcopal hace 20, “gracias a él, porque tuvo a bien poner su mirada en un muchacho de una población del alto Sinú llamado Tierralta y allí, de una manera sorprendente, me hizo un llamado interior en lo más profundo de mi conciencia y mi corazón”. También agradeció a los presbíteros, a los gobernantes, religiosos, grupos apostólicos y movimientos de la Iglesia católica su apoyo y compromiso con la acción evangelizadora, pastoral y social. “El corazón del obispo no tiene sentido de ser si no es para la comunidad”, afirmó.
Finalizada la ceremonia religiosa, Monseñor Julio César Vidal Ortiz recibió exaltaciones y condecoraciones por parte de autoridades civiles del departamento y municipio y del gremio de periodistas de Norte de Santander.
El representante de la gobernación, Gregorio Angarita, declaro el respeto, consideración, admiración y reconocimiento como artífice de la paz, “en usted contemplamos la fe católica, contemplamos la paz, contemplamos las buenas costumbres y lógicamente seguir adelante de su mano para que por muchos años más pueda acompañarnos en esta ciudad orientando estos líderes” recalco el secretario.
El gobierno departamental agradeció al obispo por su participación en la paz y le otorgo la condecoración José Eusebio Caro, la cual exalta la labor de aquellos personajes que se han destacado en la región, y a él en especial por su trabajo apostólico.
El doctor David castillo, secretario de gobierno, reconoció la ardua labor y el trabajo del obispo con la comunidad, y lo invito a que continúe luchando por la sociedad cucuteña, “sigua luchando por los fenómenos de violencia y los grupos que están desestabilizando nuestra ciudad para que encuentren el camino de Dios” así mismo, la alcaldía le entrego la conmemoración Juana Rangel de Cuellar, en sus 20 años de episcopado.
El colegio de periodistas de Norte de Santander recordó, como encontró en monseñor un amigo, que ha estado presente en todo momento en la labor del periodismo. La comunidad asistente, se mostró complacida con el acompañamiento del obispo y se cerró la celebración con un fuerte aplauso que se escuchó en toda la catedral.