El sábado 4 de marzo, en la Catedral San José, se celebró la Sagrada Eucaristía de institución de ministerios litúrgicos, donde fueron instituidos ocho ministros lectores y más de 1000 ministros extraordinarios de la comunión, con la bendición y envío de Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta.
Fotos: Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta
Quienes recibieron el ministerio del lectorado, son hombres que desde hace unos años iniciaron escuela diaconal y ministerial en la Diócesis, en un camino de formación, y este sábado dieron sus primeros frutos. Se tratan de: Anthony José Ríos Sepúlveda, César Augusto Londoño Trujillo, Hugo Enrique Pabón Álvarez, Isidro Hernández Bermón, Iván Darío Ramírez Archila, Jorge Argemiro Cárdenas Góngora, Rogelio Cáceres Cobaría, y Víctor Daniel Rosas Angarita. Así está conformado este grupo de hombres que han sido llamados por la Iglesia para ser anunciadores de la Palabra de Dios.
El señor Obispo expresó durante la homilía que, los lectores deben desempeñar su misión “siempre todo con la Iglesia, nada sin la Iglesia; en cada parroquia, todo con el párroco, nada sin él”, ya que de esto se trata la comunión y la insistencia de esta Iglesia Particular en “caminar juntos”.
En este contexto, se dirigió a los ministros extraordinarios de la Eucaristía y a todos los fieles bautizados, ya que a través de “información” confusa y difundida por redes sociales, se ha negado la misión de llevar el Cuerpo de Cristo, argumentando “con doctrinas extrañas, alejadas del magisterio de la Iglesia Católica”; por lo que, pide estar atentos, y evitar esta desinformación, “creyendo en el Papa, magisterio de la Iglesia, en su Obispo que envía a los ministros a este servicio, porque es cumplimiento de la voluntad de Dios, que los ha llamado a este servicio santo”. Monseñor José Libardo asegura que distribuir la hostia consagrada y llevarla a los enfermos, “es un momento de Dios” y los ministros deben tener presente que “van en salida misionera y en ese camino, oren porque llevan a Jesucristo en sus manos, traten con respeto la sagrada comunión, custodien el Cuerpo de Cristo y la Palabra de Dios”.
Finalmente, Monseñor exhortó a cuidar a los enfermos, porque son “un tesoro para nuestra vida diocesana, para nuestro trabajo pastoral. Enseñemos al enfermo a abrazar y contemplar la Cruz del Señor”. De esta manera, cuando los ministros visiten a los enfermos, el Obispo señala que, “deben enseñarles a ellos y a sus familias, a unir la enfermedad con la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo”.