Foto: Facebook Diócesis de Arauca
Los señores Obispos de la Provincia Eclesiástica de Nueva Pamplona estuvieron reunidos el pasado 15 de marzo en el departamento de Arauca, por donde peregrinaron llevando un mensaje de paz y esperanza.
Monseñor Jorge Alberto Ossa Soto, Arzobispo de Nueva Pamplona; Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta; y Monseñor Israel Bravo Cortés, Obispo de la Diócesis de Tibú; fueron recibidos por Monseñor Jaime Cristóbal Abril González, Obispo de la Diócesis de Arauca. Juntos emprendieron una serie de visitas por los municipios de Arauca, Arauquita, Tame, Saravena y Fortul, siendo un signo de comunión entre Diócesis hermanas que atienden el llamado del Papa Francisco, a ser una Iglesia que camina en sinodalidad.
Las visitas estuvieron marcadas por profundos momentos de oración con el rezo del Santo Rosario, la adoración al Santísimo Sacramento y la celebración de la Sagrada Eucaristía. Monseñor Jorge Alberto Ossa, expresó para los medios de comunicación de la Diócesis de Cúcuta que, “realizar esta peregrinación es unirnos al pueblo de Arauca, para que sepan que somos su familia y que sufrimos con ellos”, ya que continuamente se siguen presentando alteraciones en el orden público y hechos de violencia. El Arzobispo de Pamplona asegura que el objetivo principal fue ofrecer la presencia de la Iglesia entre el pueblo sufriente, para que “sepan que no están solos en medio de tantas dificultades que atraviesan a diario”.
Monseñor Jorge Ossa aseguró que peregrinar por la paz “no es una manifestación, la paz no es reclamar acuerdos, sino es un compromiso, un don de Dios”, y es este compromiso cristiano el que lleva a hacer el bien y “respetar la dignidad humana y la vida”, señaló que este es el mensaje que ellos quieren dar. Finalmente, invitó a las familias de toda la Provincia de Nueva Pamplona a trabajar desde sus hogares por la paz, a los educadores a sembrarla en sus estudiantes y a todo el pueblo de Dios a tener una “íntima unión con el Señor, Él carga con nuestro dolor y nos llama a reconciliarnos con Él y con nuestros hermanos”, puntualizó.