Fotos: Centro de Comunicaciones Diócesis de Cúcuta
La situación de vulnerabilidad de los migrantes caminantes fija la atención de la Diócesis de Cúcuta, que, acudiendo al llamado del Papa Francisco de acoger, proteger, promover e integrar, une fuerzas para salir a su asistencia y acompañamiento espiritual.
De esta manera, gracias a la Fundación Papal, Populorum Progressio, la Iglesia Particular de Cúcuta comienza la tercera entrega de los últimos 3.330 paquetes alimenticios y 3.330 paquetes de higiene y protección, de los 15.320 que estaban contemplados en la realización de este proyecto de caridad.
Tras varios meses represados en la frontera entre Colombia y Venezuela, y al no encontrar posibilidades en su país de origen, los migrantes caminantes venezolanos reaparecieron en las carreteras nortesantandereanas, rumbo al interior de Colombia o a otro país, con el objetivo de mejorar sus condiciones de vida.
El Obispo de Cúcuta, Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, urge que “así sea un pan y un vaso con agua, pero que ningún migrante pase por nuestra ciudad sin recibir una caricia del Santo Padre Francisco, quien con su oración y su ayuda material se hace compañero de camino con quienes avanzan en la búsqueda de una vida más digna”.
A través del Banco Diocesano de Alimentos (BDA) se organiza todo el despliegue para ejecutar las donaciones; la primera entrega se realizó el martes 13 de octubre, beneficiando a los caminantes que transitaban entre Cúcuta y el municipio de Chinácota. Por su parte, el BDA añadió a los paquetes bebidas hidratantes, frutas y gorras con la imagen de Su Santidad, el Papa Francisco.
Una de las situaciones delicadas en este fenómeno migratorio, es la cantidad de niños que se ven ahora en brazos de sus madres y en los hombros de sus padres, enfrentándose a la odisea de la migración.