‘Misericordia cada día’, sirviendo a hermanos venezolanos

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La Diócesis de Cúcuta, con el apoyo de las Hermanas Misioneras de la Nueva Vida, vírgenes consagradas, atienden con caridad a las familias pobres y migrantes, en el sector de la Fortaleza en el Anillo Vial Occidental.

Desde hace seis años, las Hermanas Misioneras de la Nueva Vida, ubicaron el comedor ‘Misericordia cada día’ en La Fortaleza; inicialmente atendían niños y abuelos (70 personas).  Después de la crisis migratoria se incrementó el número, ya familias completas llegaban allí por una ración de comida.

Actualmente coordinan y acompañan el comedor, las misioneras Gloria Patricia Celis Villamarín y Martha Isabel Celis Villamarín.  La hermana Gloria expresa con orgullo cómo han logrado ampliar su capacidad de atención: “Gracias a providencia de Dios, manifestada en varias personas, a la Diócesis de Cúcuta y al Programa Mundial de Alimentos, que nos han apoyado.  Estábamos hace poco sirviéndoles a 200 personas y ya hoy la cifra llega a 300 diariamente”.

Las hermanas van a la Central de Abastos de Cúcuta (Cenabastos) a pedir ayuda, donde obtienen la colaboración de personas que aportan con verduras, además hay quienes mensualmente donan alimento o dinero.  Igualmente, el Programa Mundial de Alimentos a través de la Casa de Paso ‘Divina Providencia’ de la Diócesis de Cúcuta, destinan los víveres para atender a esta población vulnerable.

A ‘Misericordia cada día’, no solo llegan los habitantes del sector, sino también llegan vecinos de invasiones y barrios cercanos como lo son Nueva Ilusión; El Talento; Paz y Futuro, entre otros.

El proceso de repartición de almuerzos inicia a las 11:00 a.m., dándoles prioridad a los niños que estudian en la jornada de la tarde; después llegan los estudiantes que estaban en clases en la mañana.  Igualmente se les brinda atención prioritaria a mujeres embarazadas y ancianos.

Las hermanas manejan un orden con fichos para la entrega de los alimentos, es un proceso que ya los beneficiarios conocen, quienes además se comprometieron a ser servidores en el comedor, repartiéndose las tareas y cumpliendo turnos.  De esta manera, ‘Misericordia cada día’, es el resultado de un trabajo en equipo de la Diócesis, la comunidad y los benefactores de buena voluntad.

La hermana Gloria Patricia asegura que el apoyo de la Diócesis de Cúcuta “ha sido muy valioso”, porque gracias a la gestión de esta Iglesia particular fueron vinculados al Programa Mundial de Alimentos y asimismo, la Casa de Paso ‘Divina Providencia’, también comparte de sus provisiones con el comedor.

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