Después de dos años, la Diócesis de Cúcuta celebró nuevamente la Semana Santa de forma presencial

[vc_row][vc_column][vc_video link=»https://www.youtube.com/watch?v=OqvB7DgqLA0″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Este año 2022 con la participación masiva de fieles en las diferentes parroquias de la Diócesis de Cúcuta, se vivió la Semana Mayor, en el marco del lema pastoral para este año: Sigamos adelante, donde se reflexiona en abril que “Él nos renueva”.

Fotos: Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta

Los medios de comunicación diocesanos estuvieron presentes en cada hogar, llevando las transmisiones en vivo a través de la radio y los medios digitales, con una cobertura muy completa de cada uno de los días santos, explicando los sentidos de estos, con invitados especiales, y transmitiendo las celebraciones presididas por el Obispo de esta Iglesia Particular, Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, desde la Catedral San José.

El Domingo de Ramos inició con una procesión alrededor del parque Santander, en la que se conmemoró la entrada triunfal de Jesús en la ciudad de Jerusalén, cuando una multitud lo recibió como el Mesías e Hijo de Dios. Esta procesión fue presidida por el señor Obispo, quien, acompañado por los sacerdotes y el pueblo santo de Dios, recordó que “debemos permitirle a Jesús entrar en nuestro corazón y reconocerle como el Rey de nuestras vidas”.

El Lunes Santo se realizó el tradicional Viacrucis, organizado por las Asociaciones de Hermandades de Nazarenos, el cual también había sido suspendido hace dos años, a causa de la pandemia de la COVID-19.

En la mañana del Jueves Santo, tuvo lugar en la Catedral San José, la Sagrada Eucaristía por nuestros hermanos enfermos, presidida por el presbítero Diego Eduardo Fonseca Pineda, director del Centro de Comunicaciones, quien en su homilía destacó los sacramentos que acompañan al cristianos durante toda la vida, en especial, recordó el sacramento de la Unción de los Enfermos, “un regalo de Dios que ayuda a sanar y purificar el espíritu de quien lo recibe”, manifestó el sacerdote.

En la tarde del Jueves Santo, se celebró el inicio del solemne Triduo Pascual, en el que se meditó el gran regalo de Jesús: la Eucaristía, seguido de la institución del sacerdocio y la institución del mandamiento del amor, los cuales son otros dos momentos que hacen parte de este día santo. Esta celebración tuvo como representación de los Apóstoles a los niños de la comunidad, con quienes Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, realizó el gesto del lavatorio de los pies, recordando el testimonio de la vocación al servicio del prójimo y de la Iglesia, que tienen los fieles bautizados.

Al anochecer, los amigos de los medios de comunicación diocesanos, seguidores de las redes sociales y fieles de las comunidades parroquiales, tuvieron la oportunidad de participar en vivo del recorrido en las visitas al Santísimo Sacramento, desde siete parroquias de la Diócesis de Cúcuta, en las que recibieron la gracia de orar a Jesús Sacramentado, que restaura, fortalece y purifica con su amor. Las parroquias que se visitaron durante esta transmisión fueron: Catedral San José, Ave María, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Inmaculada Concepción, Nuestra Señora del Carmen, San Martín de Porres y San Antonio de Padua.

El Viernes Santo, a las siete de la mañana, desde la entrada de ‘Homecenter’, el Obispo presidió el rezo del Santo Viacrucis hasta la parroquia Divino Niño en Lomitas, Villa del Rosario, acompañado por los seminaristas, sacerdotes, religiosos y más de 1.500 fieles laicos, que participaron en este ejercicio de piedad. Durante este caminar, se meditaron los momentos y sufrimientos vividos por Jesús, que, a su vez, recuerdan en los bautizados, con amor y agradecimiento, lo mucho que Jesús sufrió durante su Pasión y Muerte, por salvar a la humanidad del pecado.

En la tarde del Viernes Santo, en la Catedral San José, se realizó la celebración de la Pasión del Señor en la que como Iglesia se contempla a Cristo que, muriendo, se ofrece como víctima al Padre, para liberar a los pecadores. En esta celebración, presidida por el Obispo, se realizó la adoración a la Santa Cruz y posteriormente después de un silencio, se prosiguió con el Sermón de las siete Palabras, guiado por Monseñor y los sacerdotes Diego Fernando Huertas Marulanda y José Abelino Rodríguez Valencia, quienes reflexionaron sobre las últimas palabras que Jesucristo pronunció en la Cruz, compartiendo un mensaje que lleva a entender de qué manera se pueden superar las situaciones de muerte, violencia y odio que hay en el mundo.

El Sábado Santo, los medios de comunicación transmitieron la solemne Vigilia Pascual, celebración central no solo del Triduo Pascual, sino de la totalidad de la liturgia y la fuente espiritual de la vida sacramental de la Iglesia, donde se realizaron bautismos y primeras comuniones. Presidió Monseñor José Libardo, quien en su homilía destacó el llamamiento a vivir en esperanza plena y a experimentar en el corazón el gozo de la Pascua, que vence en cada uno el pecado, para seguir a Cristo.

Finalmente, el Domingo de Resurrección se celebró la Sagrada Eucaristía, fiesta pascual, iluminada totalmente por la gloria de Cristo Resucitado, en la que el sacerdote Roberto Alfonso Garzón Guillén, colaborador del Centro de Comunicaciones, presidió este acontecimiento de fe, donde destacó que en este día se conmemora a Cristo, que se levanta con gloria de la muerte, para manifestar su amor salvífico. Es la celebración central de la vida cristiana, que alimenta y plenifica la existencia terrenal, en busca del Reino de Dios.

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