Cursillos de Cristiandad, 35 años transformando vidas en la Diócesis de Cúcuta

Fotos: Centro de Comunicaciones Diócesis de Cúcuta

“El Movimiento de Cursillos de Cristiandad se inicia en la década de 1940 en la isla de Mallorca (España), tomando forma en la preparación espiritual para una peregrinación a la tumba del Apóstol Santiago, organizada por los jóvenes de Acción Católica durante el año Santo Compostelano de 1948. El primer Cursillo de Cristiandad se realiza en enero de 1949, en el Monasterio de San Honorato de Randa (Mallorca)”. Decreto Pontificio 1282/14/AIC-104 del Pontificio Consejo para los Laicos.

Para febrero de 1953, Monseñor Rafael Sarmiento Peralta (en ese entonces sacerdote), viajó a Mallorca como delegado episcopal de la Acción Católica colombiana y participó en el Cursillo número 71, regresando al país animado por este apostolado y empezó a implementar la experiencia.

Por su parte, Monseñor Alberto Giraldo Jaramillo (q.e.p.d.), cuarto Obispo de la Diócesis de Cúcuta, convocó a los laicos a construir una Iglesia más dinámica, organizando para octubre de 1986 el primer Cursillo de Cristiandad de hombres, y en noviembre, realizó otro para mujeres. Desde entonces, ha crecido como movimiento apostólico en esta Iglesia Particular, en el cual se realizan encuentros de tres días, con el objetivo de vivir procesos de transformación espiritual.

Para celebrar el trigésimo quinto aniversario, los cursillistas, realizaron un evento el pasado sábado 4 de diciembre en el coliseo del colegio María Reina, donde hicieron lectura del pregón conmemorativo, disfrutaron de actos culturales y ofrecieron el sacrificio de la Santa Misa en acción de gracias al Señor; la celebración eucarística estuvo presidida por el Obispo de Cúcuta, Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, quien en su homilía, animó a los asistentes a seguir adelante, configurándose cada día con Jesucristo, porque “un movimiento tiene su eficacia y validez, cuando está en comunión con Cristo y con la Iglesia”, aseguró.

Monseñor narró su experiencia con los Cursillos en Manizales (capital de su departamento de origen): “Tengo la experiencia y sé la fidelidad que tienen como movimiento a la Iglesia y a cada una de sus parroquias. Tengo testimonio de ello, los Cursillos han ocasionado muchas conversiones de personas alejadas, que salen con una luz en el corazón, para seguir conociendo al Señor”. El Obispo los invitó a salir al encuentro de quienes se “enfriaron”, que se alejaron de la Iglesia o que, abiertamente rechazan a Jesucristo, porque su misión es “sembrar las semillas de Dios en el corazón de las personas… invítenlos a tomar un café, caminen juntos, porque dar a conocer a Cristo, se hace de manera informal”.

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