“A veces pienso que deberíamos poner en las parroquias, en la puerta, un cartel que diga: “Entrada libre”, con esta afirmación inicia el Papa Francisco su intención de oración para el mes de febrero, expresando que las parroquias son comunidades que deben tener las puertas siempre abiertas para todos, “sin burocrasia”.
En el video-mensaje difundido por la Red Mundial de Oración del Papa, el Sumo Pontífice señala que, los templos no otorgan posición social a unos pocos, ya que no son “un club para pocos”, por lo que pide que durante este mes se ore “para que las parroquias, poniendo la comunión, la comunión de la gente, la comunión eclesial, en el centro, sean cada vez más comunidades de fe, de fraternidad y de acogida a los más necesitados”.
En la mañana del sábado 4 de febrero, los moderadores de las Comunidades Eclesiales Misioneras, se dieron cita en la capilla del Asilo Andresen, con el objetivo de trazar los lineamientos de lo que será el trabajo pastoral para el año 2023.
Con momentos de oración, los participantes se comprometieron a dejarse guiar por la fuerza del Espíritu Santo, para realizar su labor de la mejor manera posible y así mostrar una Iglesia en salida misionera. De igual manera, recibieron formación sobre su acción pastoral y misionera, de acuerdo a los fundamentos del Proceso Evangelizador de la Iglesia Particular (PEIP). El encuentro estuvo dirigido por el sacerdote Eloy Jaimes Ureña, párroco de San Juan de la Cruz y delegado de la comisión diocesana de Comunidades Eclesiales Misioneras.
Álvaro Sánchez Pérez, animador de la evangelización, manifestó que “es importante tener en cuenta el esquema que se publica en el Periódico La Verdad, para realizar el encuentro, ya que allí están los pasos puntuales para el efectivo desarrollo de este propósito y reflexionamos en lo que es ser parte de una comunidad eclesial”.
Fotos: Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta
Los productores radiales de cada uno de los espacios de la parrilla de programación de la Emisora Vox Dei, se dieron cita este sábado 4 de febrero en el auditorio del Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta (CCDC), para abrir los encuentros de formación que recibirán periódicamente durante el año.
El presbítero Diego Eduardo Fonseca Pineda, director del CCDC, dirigió la jornada que se desarrolló de 8:00 a.m. a 11:00 a.m., y Raquel Cecilia Sanjuán Hernández, control y locutora de la Emisora, compartió con los asistentes su experiencia, tanto en locución, como en creación de estrategias innovadoras, para que a partir de allí, fortalezcan su servicio con una mejor organización de las temáticas y dinamizando el espacio radial.
Esta formación permite que los productores radiales puedan compartir estas herramientas con su equipo de trabajo y así, robustecer el servicio pastoral que cada uno de ellos prestan a través de la radio. El padre Diego Fonseca recalcó la importancia de asumir los nuevos retos, para así llegar a más oyentes con el anuncio del Evangelio, entre ellos, el reto de incursionar en las redes sociales y promover desde allí los espacios radiales en la Frecuencia de la Esperanza y la Paz 1.120 A.M.
Niños con edades entre los cinco y 11 años, adolescentes de 12 a 17 años, jóvenes de 18 a 25 años, y adultos con más de 25 años, hacen parte de los grupos de la Diócesis de Cúcuta, que se forman en el conocimiento y la vivencia de la Sagrada Escritura.
Fotos: Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta
El sábado 4 de febrero, en las instalaciones del colegio Seminario Menor Diocesano San José de Cúcuta, se realizó la apertura de la formación para este año 2023, iniciando con el envío y la bendición de los animadores y formadores bíblicos, por parte del Obispo de esta Iglesia Particular, Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, quien celebró la Sagrada Eucaristía, donde también estuvieron presentes los sacerdotes Fredy Ramírez Peñaranda, Vicario de Pastoral, y Jairo Cárdenas Vega, delegado de la animación bíblica de la pastoral.
Claudia Patricia Angarita, animadora bíblica, señaló que, para los integrantes de la pastoral, esta experiencia de formación es un “avivamiento y un llamado para ir a cada una de las comunidades, porque como misioneros compartimos la Palabra de Dios, que es nuestro alimento”, afirmó Angarita, quien invita a todos los bautizados a vincularse a esta “gran familia de animación bíblica”, liderada por el señor Obispo, los sacerdotes, animadores y fieles laicos comprometidos, donde “no solo adquirimos el conocimiento de la Palabra, sino que nos alimentamos espiritualmente, y de esta manera, el Señor pueda ir transformando nuestra vida y corazón”.
Por su parte, Maricel Contreras Contreras, animadora bíblica y coordinadora académica de la formación bíblica diocesana, explica que la formación está dividida en temáticas y módulos, concluyendo cada uno con jornadas espirituales, por lo que se vive un “encuentro con el Texto Sagrado, para encontrar a Jesucristo, descubriendo el mensaje que el Señor nos quiere regalar”, expresó.
El curso de formación bíblica se desarrollará todos los sábados a partir de las 8:30 a.m. en el Seminario Menor (Av 9E # 4-85 barrio Quinta Oriental), allí se pueden acercar, desde los niños, hasta los adultos mayores, y comenzar un proceso serio de conocimiento de la Palabra.
Foto: Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta
Los distintos carismas y formas de vida consagrada de la Diócesis de Cúcuta, se congregaron este jueves 2 de febrero en la Catedral San José, para celebrar la XXVII Jornada Mundial de Oración por la Vida Consagrada, en la fiesta de la Presentación del Señor.
La celebración eucarística estuvo presidida por el Obispo de esta Iglesia Particular, Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, quien explicó que la ofrenda de José y María a Dios, «nos remite a mirar y contemplar el Crucificado, porque allí se hace plena esta ofrenda… Es así como vemos en todos los bautizados con sus vocaciones, un llamado a ofrendar la vida».
A los religiosos y religiosas que caminan en esta Iglesia de Particular, se dirigió el señor Obispo, exaltando la riqueza que significan para la Iglesia, porque «nos animan a entregar la vida como ofrenda, a ensanchar el corazón». Monseñor explicó que es un signo de pobreza, porque ponen la confianza solamente en Dios, cumpliendo lo pedido por Jesús en el Evangelio. La vida religiosa, es entonces, signo y camino para los creyentes.
La invitación en torno a esta celebración, donde además se realizó la bendición de la luz, con ocasión de la fiesta de Nuestra Señora de la Candelaria, es a caminar juntos de manera efectiva en cada misión. Monseñor José Libardo aseguró que los religiosos “enriquecen a la Iglesia, ya que son un don de Dios y una gracia”; asimismo, ellos “se enriquecen con el ejercicio del Proceso Evangelizador”, estando en comunión con el presbiterio diocesano y el Obispo.
Fotos: Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta
En la mañana del 1 de febrero, los fieles bautizados de la Iglesia Particular de Cúcuta y la familia salesiana se congregaron en la Catedral San José, para conmemorar el centenario de la pascua del beato padre Luis Variara, fundador del movimiento secular que lleva su nombre y del Instituto de las Hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y María.
Sacerdotes diocesanos, salesianos de don Bosco, las Hijas de María Auxiliadora, religiosos de varias Diócesis, laicos, ex alumnos y estudiantes de los colegios Padre Luis Variara y Sagrados Corazones, y autoridades civiles, atendieron esta cita en torno a la mesa del altar, para recordar que el beato encarnó el espíritu de las bienaventuranzas, convencido de que su recompensa sería grande en el Cielo.
La Sagrada Eucaristía fue presidida por el Arzobispo emérito de Villavicencio, Monseñor Óscar Urbina Ortega, quien a propósito de las bienaventuranzas, señaló que esta Palabra se cumplió en el beato, porque él buscó a los más sencillos, a los más pobres, para servirles y “no dudó en crear esa casa en nuestro país (Agua de Dios, Cundinamarca), para recibir a los más excluidos, a los leprosos; porque en ese tiempo, como en los tiempos de Jesús, se marginaba al enfermo de lepra, y “al padre Luis Variara no le dio miedo”, a ellos les devolvió la dignidad y los acompañó, “porque más que sanar sus heridas físicas, sanó sus corazones”.
El padre Luis Variara murió un día después -en su lecho de enfermo- de haber conmemorado la pascua de su modelo a seguir, san Juan Bosco. Asimismo, sus discípulos agradecen a Dios, por ver con esperanza que “el alma del padre está en el Reino de la infinita bienaventuranza”, así lo afirmaba don Felipe Rinaldi (rector mayor de los salesianos) en una carta escrita el 30 de marzo de 1923, dirigida a la madre superiora del Instituto, sor Ana María Lozano.
Esta misiva fue referenciada en la Santa Misa, por la madre Eulalia Marín Rueda, Superiora General del Instituto de las Hijas de los Sagrados Corazones, para resaltar el testimonio de su vida y el signo de la pascua, una total esperanza de la retribución que habrá recibido por parte de Dios, y que anima a los cristianos en la tierra, a seguir el modelo de este sacerdote salesiano.
Con la celebración eucarística de este primero de febrero, también se dio apertura al año jubilar de la pascua del beato padre Luis Variara; los salesianos piden al Señor su pronta canonización, porque encuentran en el beato, a un padre, un amigo, un confidente y un modelo para imitar, por su entrega incondicional a los niños, los jóvenes y los enfermos, prioritariamente los de lepra.
Antes y después de la Santa Misa, alrededor del parque Santander, en el corazón de la ciudad, se realizaron actos conmemorativos con las bandas de las instituciones educativas, con la participaron del estudiantado y toda la comunidad presente en la solemne celebración.
Luis Variara Bussa nació el 15 de enero de 1875 en Viarigi, Italia. Llegó siendo un adolescente al oratorio de don Bosco, donde tuvo la oportunidad de vivir la experiencia de una familia espiritual. Con don Bosco, Luis aprendió la importancia de la alegría y la educación, como medios para ser feliz y buscar la santidad.
El 6 de agosto de 1894 llegó a Agua de Dios (Cundinamarca, Colombia), haciendo de este lugar de dolor, un lugar de esperanza, cuidando de los enfermos de lepra.
El 24 de abril de 1898 fue ordenado sacerdote en Bogotá. Desde entonces, se dedicó servir a Dios y a los más jóvenes, los más pobres y a los enfermos de lepra.
El padre Luis Variara murió el 1 de febrero de 1923 a los 49 años de edad en la ciudad de Cúcuta, en la casa de la familia Faccini, ubicada en la calle 11 con avenida 2, donde actualmente queda el colegio Sagrados Corazones y la Casa Museo, que lleva su nombre. En 1932 sus restos mortales fueron trasladados a la capilla de las Hijas de María Auxiliadora en Agua de Dios.
Fotos: Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta
Con la bendición, impartida por el Obispo de la Diócesis de Cúcuta, Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, se inauguró el sábado 28 de enero, el almacén Fundación Pía Autónoma Tabgha, un local comercial al servicio de la evangelización y la liturgia.
De acuerdo con la tradición, ‘Tabgha’ es el lugar en la costa norte del Mar de Galilea, donde ocurrió el milagro de la multiplicación de los panes y los peces; por ello, este nombre toma la importancia para identificar este establecimiento, ubicado sobre la avenida 4, entre calles 10 y 11 del centro de la ciudad de Cúcuta, dentro del centro comercial Plaza, donde los sacerdotes y fieles bautizados tienen a su disposición elementos de la liturgia, “que la hacen más digna y más bella en la celebración de los sacramentos”, así lo describe el señor Obispo.
Por su parte, el presbítero Freddy Andrés Torres Pedroza, director de la Fundación Pía Autónoma Tabgha, expresó que allí encontrarán elementos que permiten “tener un encuentro personal con Jesús y María Santísima”. Los artículos religiosos disponibles son destinados para el culto sagrado y, asimismo, para las distintas expresiones de religiosidad popular. Hay desde libros litúrgicos de la Iglesia Católica para la celebración de los sacramentos, pasando por objetos litúrgicos como cálices, casullas, vinos, camisas de clériman, hasta imágenes religiosas, rosarios, denarios, cruces y el servicio de restauración de los objetos sagrados.
En la inauguración, además de Monseñor José Libardo, estuvieron presentes Monseñor Óscar Urbina Ortega, Arzobispo emérito de Villavicencio, el padre Freddy Torres, quien dirige este servicio; sacerdotes de esta Iglesia Particular y algunos fieles que se encontraban en el lugar.
Para más información sobre los artículos y el servicio de restauración, está habilitada la línea de WhatsApp 310 594 6790.
Fotos: Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta
El viernes 27 de enero del presente año, la Iglesia Católica celebró el centésimo quincuagésimo aniversario de la fundación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, comunidad religiosa que hace presencia en la Diócesis de Cúcuta desde hace 87 años.
Esta Iglesia Particular se unió a la celebración, ofreciendo la Sagrada Eucaristía en acción de gracias al Señor, por permitir que estas religiosas permanezcan en la ciudad con su carisma, que ha ayudado a tantas personas mayores a vivir dignamente los últimos años de su vida terrenal.
La Santa Misa se realizó en la capilla del Asilo de ancianos Rudesindo Soto; presidida por el presbítero William Aguilar Vargas, Vicario General de esta Iglesia Particular, y el sacerdote Jesús Alberto Gómez Mejía, capellán del Asilo. El padre William Aguilar, señaló que esta ocasión fue un momento de “acción de gracias por el cuidado de todos aquellos que llevan una vida frágil, por los benefactores y por el servicio generoso de las religiosas en esta Iglesia diocesana”.
La congregación y la Virgen de los Desamparados
El venerablesacerdote Saturnino López Novoa, natural de Huesca (España), nació el 29 de noviembre de 1830; mostró siempre especial atención por los desamparados, de hecho, ya había fundado las Hermanitas de los Pobres, pero su afán por acoger a los más frágiles, lo llevó a buscar un grupo de jóvenes servidoras del Señor y con la ayuda de la religiosa Teresa de Journet, se creó la congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, que hoy cuenta con más de 2000 religiosas presentes en los cinco continentes.
Santa Teresa de Journete Ibars, se inspiró en la Madre del Cielo, para ayudar a los desprotegidos, porque ella cuida con su amor maternal, atiende y consuela; de igual forma, acogió a la Virgen de los Desamparados como patrona de la ancianidad, advocación mariana que el 12 de mayo de 1923 recibió la solemne coronación pontificia, la cual es especialmente venerada en España. Este año se celebra su centenario, cuya devoción se extendió por todo el mundo, así como la comunidad de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, quienes también han llegado a más de 19 países, donde realizan su obra en más de 200 casas o asilos.
Gracias a la misión de las Hermanitas, países como Filipinas, donde no conocían la advocación, ahora honran y veneran su sacratísima imagen como Virgen de los Desamparados; y recientemente, se abrió una casa en Papúa Nueva Guinea (Oceanía).
Su carisma
Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, fueron elegidas por Dios, para cuidar el tesoro de la sabiduría de la Iglesia: las personas mayores. Su carisma sigue las virtudes de santa Teresa de Journet, principalmente la caridad, la pobreza y humildad hacia los ancianos. Su vida es una total entrega a Dios y al servicio, animadas por la memoria de santa Teresa, quien les enseñó a ver el gran y puro amor de Jesús en los más vulnerables, diciéndoles que “con este amor purísimo es necesario que tratemos siempre a nuestros ancianos, interesándonos muchísimo de su bienestar temporal y eterno”.
Asilo de ancianos Rudesindo Soto
Este es el lugar donde se establecieron las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en la ciudad de San José de Cúcuta, luego de una larga espera después de que se realizó la solicitud por primera vez (ver línea del tiempo). En la avenida 3 # 12-48 barrio La Playa, frente al parque La Victoria (conocido como parque Colón), está ubicada la obra que brinda un solícito cuidado a los abuelitos.
Este año cumplirán 88 años de servicio en la capital nortesantandereana, tiempo en el que, según los libros de registro, se han atendido a 7.622 adultos mayores, a quienes les han solventado sus necesidades materiales, pero también brindado afecto y un permanente acompañamiento espiritual con la Santa Misa, la catequesis y algunas actividades fuera del asilo, como las visitas a los pesebres en diciembre o visitas a los monumentos en Semana Santa.
¿Cómo se sostiene la obra?
Las Hermanitas son misioneras, cada día salen a las calles, tocan las puertas de familias o negocios, donde se han encontrado –por Providencia divina- con personas de buena voluntad, que contribuyen ya sea con mercados, útiles de aseo o ayudas económicas, puesto que los recibos de los servicios públicos no dan espera. Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, extienden la invitación especial a los fieles bautizados de la Diócesis de Cúcuta, encomendarse a la Virgen de los Desamparados y ver en el rostro de los abuelitos, el rostro de su Hijo Jesucristo.
¿Cómo ayudar?
Donación material (alimentos, ropa, elementos de aseo).
Donando tiempo, para compartir con los abuelitos. Una visita, una conversación, un juego y unas risas, hacen la diferencia. Para ello, se debe presentar un permiso por escrito y las Hermanitas definen el horario.
Donación económica a la cuenta de ahorros Bancolombia 08881783305, Asilo de ancianos Rudesindo Soto, NIT: 890500531-4; o a la plataforma Nequi 3186698939.
Para más información, su número de teléfono es: 607 571 3667
Foto: Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta (CCDC)
Del 16 al 20 de enero y del 23 al viernes 27 de enero, los sacerdotes de la Diócesis de Cúcuta, divididos en dos grupos, se dieron cita en la Casa de Encuentros Nazareth (Pamplona), para desarrollar los retiros espirituales, acompañados por el Obispo de la Diócesis de Cúcuta, Monseñor José Libardo Garcés Monsalve.
Foto: Cortesía
En las dos semanas, los retiros estuvieron dirigidos por Monseñor Óscar Urbina Ortega, Arzobispo emérito de Villavicencio, quien realizó un recorrido por los Evangelios, mostrando las propuestas para caminar hacia Dios, para que así, a la luz de la Palabra, cada uno encuentre la respuesta sobre “¿qué debo hacer en mi vida sacerdotal?”. En ese orden de ideas, Monseñor Urbina ha explicado que, “San Marcos nos pide una conversión religiosa; san Mateo, una conversión moral; san Lucas, una conversión intelectual; y san Juan nos invita a una conversión mística”.
Como pastores responsables de la Iglesia, Monseñor insistió en la necesidad de “ser lo que somos”, para “vivir con realismo nuestra vocación, siguiendo radicalmente a Cristo y configurándonos con Él”. El clero diocesano es llamado a ir hacia fuera, a ser profetas de la esperanza, atentos a escuchar y discernir los signos de los tiempos. Ser conscientes de que el secreto del éxito pastoral está en la gracia de Dios, en la entrega y aceptación de la tarea encomendada en sus manos.
A través de estos espacios de reflexión y oración, se busca el crecimiento espiritual y pastoral de los sacerdotes, para fortalecer su vocación.
Primer grupo (16 al 20 de enero)
Fotos: Cortesía
Segundo grupo (22 al 27 de enero)
Fotos: Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta