Tercera Etapa del Plan Global Diocesano de la Nueva Evangelización

Foto: Centro de Comunicaciones Diócesis de Cúcuta

La IV Asamblea es la última del proceso del Sínodo que se ha venido realizando en la Diócesis de Cúcuta desde el año 2014.

En las instalaciones del Seminario Mayor, el sábado 28 de julio, desde las 7:30 a.m. estuvieron sacerdotes; diáconos; equipos parroquiales animadores del Sínodo (coordinador del Sínodo, secretario, coordinador del EPAP); comisiones diocesanas; delegaciones de los movimientos apostólicos; laicos y el Obispo de la Diócesis de Cúcuta, Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid; dispuestos para proyectar la Tercera Etapa Del Plan Global, complementándola con la propuesta de Normas de carácter pastoral, administrativo y judicial.

La jornada inició con la celebración de la Sagrada Eucaristía, presidida por Monseñor Víctor Manuel, quien afirmó que este día es una ocasión para cosechar, “el Señor nos invita a recoger los frutos buenos, pero nos invita también a retirar la cizaña y a quemarla”, señala Monseñor, quien a su vez hace referencia al salmo 83, porque “nos sirve a cada de uno de nosotros para que miremos qué importante es vivir en la casa del Señor, ustedes no son cizaña, ustedes son trigo bueno, porque hoy dejaron muchas responsabilidades por acompañar al Obispo, y a esta iglesia presente en Cúcuta que se encuentra en la celebración del Sínodo diocesano”.

La memoria del proceso vivido en el Sínodo fue socializado por el padre Freddy Ochoa.  En este importante encuentro se revisa el camino pastoral y evangelizador, que inició con una primera Asamblea donde se palpó la realidad de esta Iglesia particular y se identificaron sus necesidades, en la segunda Asamblea el enfoque fue la acción pastoral, para la III Asamblea se realizó el diagnóstico identificando obstáculos y potencialidades.  En la IV Asamblea Sinodal se proyecta la III Etapa del Plan Pastoral y se dan a conocer normas de carácter pastoral y administrativo.

El objetivo del sínodo es vivir un proceso de diálogo pastoral que despierte en todo el Pueblo de Dios de la Diócesis de Cúcuta la “alegría del Evangelio” que  contribuya a reavivar y fortalecer el Plan Global Diocesano de Nueva Evangelización y a promover iniciativas que responden a los nuevos desafíos y retos que nos plantea el mundo hoy.

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