Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 30 de mayo al 7 de junio de 2020 «Nos trataron con una solicitud poco común» (Hechos 28, 2)

La Iglesia Católica, junto con otras Iglesias y comunidades cristianas que están en un camino ecuménico, participan cada año de una semana especial de oración conjunta.

El objetivo es dar gracias a Dios por el encuentro con cristianos de otras tradiciones y orar por la unidad de todos, buscando la reconciliación y la aceptación, siendo conscientes de no permitir que la carga del pasado, les impida acercarse unos a otros.

En el hemisferio norte, la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos se celebra tradicionalmente en enero, lo cual fue propuesto en 1908 para cubrir el periodo entre la fiesta de san Pedro y la de san Pablo, y reflexionar de esta manera en torno a sus enseñanzas. Por otra parte, en el hemisferio sur, el mes de enero es tiempo de vacaciones, por lo que las Iglesias frecuentemente adoptan otras fechas para celebrar esta semana, por ejemplo, en torno a Pentecostés (sugerido por el movimiento Fe y Constitución en 1926), que representa también otra fecha significativa para la unidad de la Iglesia. Precisamente, en Colombia se está llevando a cabo la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos del 30 de mayo al 7 de junio.

Desde hace ya algunos años, el Consejo Ecuménico de las Iglesias y el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, se encargan de los materiales de oración para esta semana, los cuales son adaptados por cada Iglesia. La Conferencia Episcopal de Colombia en su página web: www.cec.org.co ha dispuesto el octavario para la oración.

Este año, bajo el lema: «Nos trataron con una solicitud poco común» (Hechos 28, 2), se reflexiona sobre la indiferencia del ser humano, que asu- me varias formas, la más relevante: la crisis migratoria. “¿Nos unimos a las frías fuerzas de la indiferencia o mostramos «una solicitud poco común», haciéndonos testigos de la providencia amorosa de Dios para todas las personas?”. Dice el documento universal para esta celebración: “Nuestra propia unidad cristiana se manifestará no solamente mostrando hospitalidad unos con otros, por muy importante que esto sea, sino también a través de encuentros cordiales con aquellos que no comparten nuestra lengua, cultura o religión”.

Temas del octavario

Día 1: Tirar la carga por la borda

La reconciliación ecuménica es salir de nosotros mismos y aceptar los dones y gracias que Dios ha dado a los demás.

Día 2: Buscar y mostrar la luz de Cristo

La misión de todo cristiano es mostrar siempre la luz de Cristo. Es necesario man- tener la identidad de la propia Iglesia y respetar la luz que irradian las otras comunidades cristianas.

Día 3: El mensaje de la esperanza

No todo está perdido, con Cris- to siempre renace la esperanza. Oremos juntos por una mejor unidad.

Día 4: Confiar, no temer, creer

Es en el hombre de la cruz en quien debemos colocar nuestra mirada, en Él confiar y creer.

Día 5: Partir el pan para el viaje

Compartir con amor el pan físico y espiritual consolida la aventura del viaje ecuménico.

Día 6: Mostrar una solicitud poco común

Mostrar una solicitud amorosa hacia los demás, es afinar nuestros corazones con el corazón de Dios.

Día 7: Cambiar nuestros corazones y nuestras mentes

Para vivir el ecumenismo es preciso dar prioridad a la conversión de la mente y del corazón.

Día 8: Recibir y dar

Dios siempre nos da gratis y en abundancia. Aprendamos de Él a dar con el mismo amor y medida.

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