Monseñor Víctor Manuel Ochoa anuncia que se presentan dificultades en la atención a migrantes

Foto: Centro de Comunicaciones Diócesis de Cúcuta

El Obispo de la Diócesis de Cúcuta, Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, declaró que los esfuerzos por atender a los migrantes provenientes de Venezuela, porque hay situaciones que están resultando difícil de cubrir en su totalidad.

«Hay atención de parte del hospital, hay atención de parte del bienestar familiar, de parte del ministerio de salud. Creo que hay interés del gobierno, pero es un drama porque es un número muy grande, realmente es un número muy grande de migrantes que está cada día tocando Colombia», afirma Mons. Víctor, quien asegura que los principales faltantes son medicamentos e insumos para atender la proliferación de enfermedades que se está presentando, como la lepra y la tuberculosis, entre otras.

Para la Diócesis de Cúcuta, brindar alimento ha sido de sus mayores obras caritativas, que se ha llevado a cabo gracias a comerciantes, parroquias, a que las familias han sido solidarias en la caridad.  Dice el Obispo: “Una cooperativa productora de arroz nos regala el arroz cada día, diez bultos de arroz de sesenta kilos cada día, seiscientos kilos de arroz que hay que cocinar, y el arroz rinde. Les damos una cantidad grande de arroz, tenemos donaciones también de organismos multilaterales, la Acnur y el Programa Mundial de alimentos nos dan alimentos sin cocer que nosotros (distribuimos) con voluntarios, tenemos 500 voluntarios de grupos apostólicos y parroquias,  que atienden esta emergencia”.

Y aunque se necesita alimento, la mayor necesidad en este momento es la médica.  “Cada día atendemos con cuatro médicos y algunas enfermeras, las necesidades médicas de estas personas. Hay grandes necesidades sobre todo en lo que respecta enfermedades catastróficas como son llamadas: la hipertensión, la diabetes, cáncer, situaciones de epilepsia, entonces, hay medicinas que son fundamentales y que no se consiguen en Venezuela en este momento. Una de las grandes necesidades de hoy es de medicinas”.  De esta manera, Monseñor manifiesta: “el alimento, mal que bien tratamos de resolverlo, porque no hablamos de grandes menús, hablamos de un menú estable, está muy bien hecho, es limpio, las mamás cocinan, lo hacen con mucho cariño, y lo resolvemos. Lo que no resolvemos es el tema médico y de salud, que es muy complejo”.

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