Francisco a Colombia: “¡Que descienda la Paz sobre esta casa!”

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Su Santidad Francisco ha venido a Colombia “como peregrino de paz y esperanza, dando gracias a Dios por todo el bien que ha hecho en esta Nación, en cada una de sus vidas, para decirles que no están solos; este viaje quiere ser un aporte que en algo allane el camino hacia la reconciliación y La Paz”.

La paz en la vida de la Nación

En el transcurso de su Visita Apostólica, Francisco ha indicado que “con fe y esperanza, se pueden superar las numerosas dificultades del camino y construir un país que sea Patria y casa para todos los colombianos” especialmente en la búsqueda de La Paz que “es un trabajo siempre abierto, una tarea que no da tregua y que exige el compromiso de todos. Trabajo que nos pide no decaer en el esfuerzo por construir la unidad de la nación y, a pesar de los obstáculos, diferencias y distintos enfoques sobre la manera de lograr la convivencia pacífica, persistir en la lucha para favorecer la cultura del encuentro, que exige colocar en el Centro de toda acción política, social y económica, a la persona humana, su altísima dignidad, y el espero por el bien común” y agrega “más empeño hemos de poner en reconocer al otro, en sanar las heridas y construir puentes, en estrechar lazos y ayudarnos mutuamente”. 

El fundamento de la paz

“La Iglesia, fidelidad a su misión, es consciente de que los principios evangélicos constituyen una dimensión significativa del tejido social colombiano” ha pronunciado el Santo Padre a los obispos colombianos, y agrega que “en estas dos palabras ‘Libertad y Orden’, lema de este país, se encierra toda una enseñanza. Los ciudadanos deben ser valorados en su libertad y protegidos por un orden estable. No es la ley del más fuerte, sino la fuerza de la ley […] leyes que no nacen de la exigencia pragmática de ordenar la sociedad sino el deseo de resolver las causas estructurales de la pobreza que generan exclusión y violencia”.

Protagonistas de La Paz

Enfatizaba Su Santidad a las autoridades que “la inequidad es la raíz de los males sociales”, por tanto “Colombia necesita la participación de todos para abrirse al futuro con esperanza”. Y al bendecir a los fieles les decía “han vivido momentos difíciles y oscuros, pero el Señor no excluye a nadie sino que abraza a todos; y todos somos importantes y necesarios para Él”.

Y reconociendo en los jóvenes estos protagonistas de La Paz, les dice “ustedes tienen la capacidad no sólo de juzgar, señalar desaciertos, sino también esa otra capacidad hermosa y constructiva: la de comprender. Comprender que incluso detrás de un error -porque el error es error y no hay que maquillarlo- hay un sinfín de razones, de atenuantes. ¡Cuánto los necesita Colombia para ponerse en los zapatos de aquellos que muchas generaciones anteriores no han podido o no han sabido hacerlo, o no atinaron con el modo adecuado para lograr comprender!” Y prosigue “ustedes pueden enseñarnos que la cultura del encuentro no es pensar, vivir, ni reaccionar todos del mismo modo; es saber que más allá de nuestras diferencias somos todos parte de algo grande que nos une y nos trasciende, somos parte de este maravilloso país”.

El Papa Francisco realzó el valor de los protagonistas de la paz “Colombia es rica por la calidad humana de sus gentes, hombres y mujeres de espíritu acogedor y bondadoso; personas con tesón y valentía para sobreponerse a los obstáculos”.

“Estoy seguro de que ustedes tienen el potencial necesario para construir la nación que siempre hemos soñado” decía a los jóvenes.

El primer paso para la Paz

“Descubrir la Colombia profunda […] que las dificultades no los opriman, que la violencia no los derrumbe, que el mal no los venza. […] los invito al compromiso, no al cumplimiento, en la renovación de la sociedad, para que sea justa, estable, fecunda. Los animo a afianzarse en el Señor, es el único que nos sostiene y alienta para poder contribuir a la reconciliación y La Paz”.

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